AVENTURA MASTER MIL 2014

                             LA AVENTURA DE VIAJAR

Por fin estamos en  Er Rachidia  punto de partida de la segunda aventura Master Mil. En la línea de salida 17 personas, distribuidas en cinco Suzukis, dos Toyotas, un Nissan y un Hyundai.  Por delante cinco etapas con el objetivo de recorrer mil kilómetros en cinco días.

-La primera etapa, de 180 kilómetros de recorrido transcurre por caminos, pistas y hamadas que nos conducirán al interior del desierto Marroquí. Durante el recorrido contemplamos construcciones singulares, como la ciudad de Orión o la escalera al Cielo. A mitad de la jornada repostamos combustible para un día y medio. Los últimos kilómetros del día nos llevaran por pequeños oasis, hasta el entorno de un pozo donde acampamos. Bajo la luz de mil y una estrellas y alrededor de una buena hoguera nos reunimos para compartir los avatares de la jornada.

-Con los primeros rayos del día levantamos el campamento y ponemos rumbo a las dunas de Merzouga. Un recorrido  que  transcurre  prácticamente por arena.

Poco a poco los vehículos encuentran sus limitaciones en esta singular superficie y cada participante tiene que adaptar la presión de sus neumáticos para progresar con soltura. Pasamos de los ríos de arena a las dunas y viceversa apoyándonos entre todos a la hora de desatascar los vehículos. Terminamos la jornada en un albergue donde descasar después dos días muy intensos, pero antes repostamos combustible para no perder tiempo en el inicio de la siguiente etapa. En total hemos realizado 120 kilómetros.        

-La tercera etapa es la más larga, 260 kilómetros que iniciamos por caminos, pero pronto nos metemos en un estrecho Oued que nos obliga a trialear durante una hora. Los caminos se alternan con zonas de arena y pequeñas dunas. Los puntos más complicados son los pasos de varios Oueds con una arena muy fina, más bien polvo siempre dispuesto a atrapar algún vehículo. Durante el trayecto entregamos ropa y zapatos a una población que vive al margen del siglo XXI, mejorar sus condiciones de vida es una obligación de todos. La rotura de un muelle de uno de los Jimny es el único incidente de la jornada. Alcanzamos el punto de acampada con los últimos rayos de sol y cerramos el día con una gran hoguera y las estrellas como observadores de nuestro descanso.

-Al amanecer del cuarto día ponemos rumbo  norte en dirección  a Tazzarine, población que nos permite repostar combustible, pan y agua. Continuamos por el anti atlas, superando los dos mil trescientos metros de altitud. Seguimos repartiendo ropa y a cambio somos invitados a tomar el té típico Marroqui. Se trata de una familia que sobrevive gracias al trabajo que Fátima desarrolla en la recogida de fresas de Huelva. Por la tarde nos detenemos en u a escuela donde entregamos material didáctico a un joven profesor. La visita a una escuela siempre resulta interesante.       

-La aventura  Master Mil llega a su fin, pero antes tenemos por delante una magnifica etapa, donde exprimir nuestras dotes de navegación. Durante el transcurso de la misma nos cruzamos con dos equipos franceses  que participaban en un trofeo de navegación femenino, que por cierto estaban completamente perdidos. Por la tarde nos detuvimos en un horno improvisado en el suelo, donde empezaban a cocinar pan. No pudimos resistirnos y esperamos a que estuviera terminado y se lo compramos.

La jornada con muchos pasos entre valles nos deparo una sorpresa final, el Oued Rhemis, muy deteriorado por lluvias recientes nos obligó a improvisar  parte del trazado para evitar quedarnos atrapados en el barro.  Un pinchazo en uno de los Jimny a diez kilómetros de la llegada puso punto final a los 140 kilómetros de la  jornada, si bien nos quedaba  105 para alcanzar la Kasbah donde pasamos la última noche y que sirvió de punto inicial de la Aventura Master Mil 2015.

LAS IMAGENES

EL RECORRIDO

        MASTER MIL SUZUKI 2014

                                         LA AVENTURA DE VIAJAR

Por fin estamos en  Er Rachidia  punto de partida del Master Mil. En la línea de salida cinco Suzukis, con todo previsto para recorrer cinco etapas y alcanzar  el desafío de recorrer mil kilómetros.

-Los primeros 180 kilómetros de recorrido transcurre por caminos, pistas y hamadas que nos conducirán al interior del desierto Marroquí. Durante el recorrido contemplamos construcciones singulares, como la ciudad de Orión o la escalera al Cielo. A mitad de la jornada repostamos combustible para un día y medio. Los últimos kilómetros del día nos llevaran por pequeños oasis, hasta el entorno de un pozo donde acampamos. Bajo la luz de mil y una estrellas y alrededor de una buena hoguera nos reunimos para compartir los avatares de la jornada.

-Con los primeros rayos del día levantamos el campamento y ponemos rumbo a las dunas de Merzouga. Un recorrido  que  transcurre  prácticamente por arena.

Poco a poco los vehículos encuentran sus limitaciones en esta singular superficie y cada participante tiene que adaptar la presión de sus neumáticos para progresar con soltura. Pasamos de los ríos de arena a las dunas y viceversa apoyándonos entre todos a la hora de desatascar los vehículos. Terminamos la jornada en un albergue donde descasar después dos días muy intensos, pero antes repostamos combustible para no perder tiempo en el inicio de la siguiente etapa. En total hemos realizado 120 kilómetros.        

-La tercera etapa es la más larga, 260 kilómetros que iniciamos por caminos, pero pronto nos metemos en un estrecho Oued que nos obliga a trialear durante una hora. Los caminos se alternan con zonas de arena y pequeñas dunas. Los puntos más complicados son los pasos de varios Oueds con una arena muy fina, más bien polvo siempre dispuesto a atrapar algún vehículo. Durante el trayecto entregamos ropa y zapatos a una población que vive al margen del siglo XXI, mejorar sus condiciones de vida es una obligación de todos. La rotura de un muelle de uno de los Jimny es el único incidente de la jornada. Alcanzamos el punto de acampada con los últimos rayos de sol y cerramos el día con una gran hoguera y las estrellas como observadores de nuestro descanso.

-Al amanecer del cuarto día ponemos rumbo  norte en dirección  a Tazzarine, población que nos permite repostar combustible, pan y agua. Continuamos por el anti-atlas, superando los dos mil trescientos metros de altitud. Seguimos repartiendo ropa y a cambio somos invitados a tomar el té típico Marroquí. Se trata de una familia que sobrevive gracias al trabajo que Fátima desarrolla en la recogida de fresas de Huelva. Por la tarde nos detenemos en una escuela donde entregamos material didáctico a un joven profesor. La noticia del día es la reincorporación del Jimny con dos nuevos muelles traseros y el Vitara que tuvo que recibir asistencia en modo de soldadura en varios puntos. 

-La aventura  Master Mil llega a su fin, pero antes tenemos por delante una magnifica etapa, donde exprimir nuestras dotes de navegación.  Durante el transcurso de la misma nos cruzamos con dos equipos franceses  que participaban en un trofeo de navegación femenino, que por cierto estaban completamente perdidos. Por la tarde nos detuvimos en un horno improvisado en el suelo, donde empezaban a cocinar pan. No pudimos resistirnos y esperamos a que estuviera terminado y se lo compramos.

La jornada con muchos pasos entre valles nos deparo una sorpresa final, el Oued Rhemis, muy deteriorado por lluvias recientes nos obligó a improvisar  parte del trazado para evitar quedarnos atrapados en el barro.  Un pinchazo en uno de los Jimny a diez kilómetros de la llegada puso punto final a los 140 kilómetros del día, si bien nos quedaba  105 para alcanzar la Kasbah donde pasamos la última noche y que sirvió de punto inicial de la Aventura Master Mil 2015.

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