Es el país de los contrastes y los colores.
Su costa ofrece bellas y salvajes playas con el Océano Atlántico mostrando toda su fuerza y poderío.
El Atlas, cordillera que divide en dos el país, es una fuente de vida y naturaleza, un regalo para los ojos.
El desierto con su encanto y su magia, constituye por si mismo un lugar especial difícil de olvidar.
Pero sobre todo por sus gentes, amables, cordiales y siempre dispuestas a echar una mano.